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¿Te hacen daño las botas de seguridad?

Riesgos de usar un calzado de seguridad inapropiado

El calzado de seguridad es un elemento de protección indispensable en según qué puestos de trabajo. Llevar un calzado que no cumpla con los requisitos necesarios o que no se ajusten al pie, puede tener graves consecuencias.

Por este motivo, es muy importante que procuremos usar siempre unos apropiados, ya que, de lo contrario, ni cumplirán su función ni harán bien a nuestros pies. Vamos a ver algunos problemas que puede traer usar un calzado inadecuado.

Una menor seguridad

La primera consecuencia que hay que mencionar, es que si un calzado de seguridad no es apropiado para el trabajador que los utiliza, tampoco cumplirán con su función, que es la de protegernos, pero si no lo hacemos bien, puede conllevar riesgos adicionales.

Si tenemos un calzado de seguridad solo con puntera (S1 o S2) y estamos en un ámbito de trabajo donde hay riesgo de clavarnos algún objeto, si usan dicho calzado sin tener la protección anti-pinchazos (S1P o S3), el trabajador podrá tener un accidente de clavarse dicho objeto en la planta del pie. De ahí que sea tan importante, evaluar perfectamente todos los puestos de trabajo para analizar los riesgos que estos conllevan. Esto puede aplicarse a cualquier tipo de trabajo que requiera una protección: el calzado ha de reunir los requisitos mínimos necesarios para ejercer las tareas que correspondan.

Por otro lado, muy importante, está el hecho de que los zapatos tengan una suela antideslizante. Sobre todo, en determinados terrenos, usar un calzado que resbale es peligroso, y es que una mala caída puede llevar a padecer lesiones graves.

Consecuencias de un calzado inapropiado

Utilizar un calzado de seguridad inapropiado aumenta los riesgos laborales, pero también es problemático usar zapatos que no se ajusten a tu pie, incluso si cumplen con las características marcadas en lo que a seguridad se refiere. Tenemos que tener en cuenta, que el calzado no oprima el pie y le deje transpirar, entre otras cosas.

Los famosos juanetes y la fascitis plantar, son solo dos de los muchos problemas que podrías tener si no das importancia a usar un calzado que se adapte a tu pie. También podrías sufrir dolores de espalda si la incomodidad te hace tener una mala postura o incluso ver empeorada tu circulación si el zapato te aprieta demasiado.

La piel también se ve afectada por unos malos zapatos, concretamente en los casos en los que estos no dejan que el pie transpire. Algo habitual sería sufrir dermatitis, que es bastante incómoda, pero evitable si la causa es la que estamos explicando.

En definitiva, podemos ver y tener muy claro, que es importante usar un buen calzado de seguridad. Hay que procurar que cumpla su función protectora ante todo, pero también que ni oprima tu pie ni quede demasiado ancho: el zapato debe sujetar. Con una buena elección son muchos los problemas que podemos evitar.