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Remaches: tipos, cómo ponerlos y quitarlos

¿Cómo poner remaches?

El principal instrumento para poder colocar remaches, y de esta manera unir dos superficies, por ejemplo, metálicas, es la remachadora, que puede ser manual, eléctrica, a batería o neumática. En función de la cantidad de remaches y la frecuencia con la que vayamos a remachar, nos convendrá más uno u otro tipo de remachadora. El proceso de remachado consiste en alinear los orificios de las dos superficies que queremos unir, pasar por ellos la cabeza del remache, y seguidamente introducir el vástago o mandril en la remachadora hasta que tope con la cabeza del remache. Seguidamente, accionaremos el mecanismo, que variará en función del tipo de remachadora, de manera que la cabeza ejercerá una presión y deformará el cuerpo del remache, posibilitando que las dos superficies queden fijadas.

¿Cómo quitar remaches?

La manera más extendida y habitual de quitar remaches de una superficie metálica, es utilizando un taladro, con una broca algo más fina que la cabeza del remache. De esta manera, colocamos la broca ejerciendo una leve presión sobre la cabeza del remache y accionamos la función de taladro, de manera que perforemos unos milímetros, hasta que la cabeza se separa del cuerpo del remache. A continuación, con algún utensilio como un cincel fino o un destornillador, ejercemos presión para sacar el cuerpo del remache de la unión, quedando de esta forma liberadas las piezas que se encontraban unidas por el remache.

Tipos de remache

Remache estándar

Se trata de remaches ciegos de rotura de vástago, que se utilizan generalmente cuando no se requiere una fuerza de unión demasiado fuerte. Generalmente podemos encontrarlos de diferentes diámetros en función del tamaño del taladro en el que lo vamos a introducir, y para diferentes espesores de remachado, en función del grosor de las superficies a remachar.

Remache flor

El remache flor también se trata de un remache ciego de rotura de vástago, pero utilizado en esta ocasión para unir superficies rígidas con otras más blandas o de escasa tolerancia a la presión.

Estos remaches poseen unas aristas a lo largo del cuerpo del remache, que hacen que este se divida al remachar, y el remache se abra, como su propio nombre indica, en forma

de flor por el lado ciego, posibilitando que el cuerpo del remache se expanda mucho más y de esta manera se reparta la carga de la presión del remachado, para no dañar la superficie a remachar.

Remache paraguas

Estos remaches se utilizan principalmente para unir superficies con poca resistencia a la presión, y al igual que los remaches estándar, se adapta a diferentes espesores de remachado. Son remaches con una alta resistencia a la corrosión.

Remache molduras

Son remaches personalizados que se suelen utilizar en montajes simples, además de tratarse de elementos bastante económicos. Como su propio nombre indica, suelen utilizarse para fijar molduras, en la industria del automóvil, y en la carpintería.

Remache estanco

Hablamos de remaches ciegos de rotura de vástago que nos garantizan una unión muy sólida. La principal característica de estos remaches es que son completamente herméticos, de manera que no permiten que gases ni líquidos pasen a través de la unión. Esto es gracias a que mantienen la cabeza del vástago dentro del cuerpo del remache después del remachado.