Cuando hablamos de llaves, podemos diferenciar varios tipos de ellas, y a su vez varios subtipos. Uno de los tipos de llave más utilizados y conocidos es la llave fija, que, a diferencia de otras clases de llave, como la llave ajustable o la llave dinamométrica, está fabricada de una sola pieza, normalmente en acero, característica importante dada su principal utilidad, que no es otra que aguantar un gran esfuerzo de torsión o torque, al apretar tuercas o tornillos.
Las medidas de este tipo de llaves, y principalmente de sus bocas, vendrán determinadas por los elementos sobre los que se debe realizar el apriete, y normalmente irán desde los seis mm hasta las dieciséis. pulgadas. Es habitual encontrar en el mercado la venta de juegos de llaves que contienen un más o menos amplio abanico de medidas.
En función del tipo de elemento de fijación sobre el que vamos a realizar el apriete, y en función al tipo de acceso que tenemos a dicho elemento, utilizaremos un tipo u otro de llave fija, de los cuales los principales serían las llaves planas, las llaves de tubo, las llaves acodadas, llaves combinadas, llaves de carraca, llaves allen y llaves torx.
Estas llaves pueden a su vez subclasificarse en llaves planas abiertas y llaves planas de estrella, las primeras son aquellas que usualmente tienen en los extremos dos aperturas en forma de “U”, y normalmente decimos que son de doble fin, ya que poseen cada una de sus aperturas de una medida distinta (estas llaves habitualmente se conocen como llave española).
Por otro lado, las llaves planas de estrella poseen una apertura cerrada en cada uno de sus extremos, adaptadas para agarrar cabezas hexagonales, evitándose un par de apriete demasiado elevado y evitándose también los daños que pueden causar las llaves abiertas en los metales menos resistentes.
Como su propio nombre indica se trata de una llave con forma de tubo, con una boca hexagonal en cada uno de sus dos extremos. Estas llaves deben ser accionadas con una varilla o con otra llave, ya sea fija o ajustable, y son principalmente utilizadas para realizar aprietes en tornillos que tendrían un difícil acceso con cualquier otro tipo de llave. Al igual que en el caso de las llaves planas, cada uno de los vasos de los extremos suelen tener una medida distinta, por lo que también podemos decir que se trata de llaves de doble fin.
Llave fija acodada
Estas llaves están diseñadas para acceder a elementos de fijación con posiciones más complicadas, o que se encuentran en posiciones levemente hundidas con respecto a una superficie plana, dada su forma acodada. A diferencia de las llaves planas abiertas, estas llaves tienen las aperturas de los extremos cerradas y en forma de estrella, para adaptarse a tornillos y tuercas hexagonales, y permitir aprietes con giros de grados más pequeños.
En este caso hablamos de un tipo de llave que tiene en uno de sus extremos una apertura abierta, y en el otro una apertura cerrada, en forma de estrella.
Se trata de una de las llaves más comunes y más utilizadas debido precisamente a la versatilidad que ofrece en cuanto a soluciones de apriete en distintas situaciones.
A diferencia de otros tipos de llave como por ejemplo las llaves fijas planas, o las llaves de tubo, las llaves combinadas sólo sirven para realizar aprietes en elementos de una medida concreta, ya que las aperturas de ambos extremos son de la misma medida, por lo que no se trata de llaves de doble fin.
Llave de carraca
Estas llaves, también llamadas llaves de vaso, están consideradas las más cómodas dentro del abanico de llaves fijas, debido principalmente a la incorporación de un trinquete, que hace que la llave solo aplique la fuerza de apriete en una sola dirección, de manera que queda libre en la otra.
Otra de las ventajas de este tipo de llaves es que ofrecen una gran versatilidad en cuanto a medidas que pueden apretar, ya que se le pueden incorporar vasos de diferentes medidas para cabezas hexagonales, así como vasos adaptadores que permiten utilizar otros elementos de apriete, como por ejemplo puntas de atornillar.
Se trata de llaves macizas de forma hexagonal, que permiten el apriete de tornillos con cabeza Allen hexagonal. Es una llave muy ligera y resistente, que consigue que la fuerza necesaria para realizar el apriete se reparta por toda la superficie del tornillo.
Estas llaves suelen venderse en juegos que abarcan desde medidas más pequeñas hasta otras más grandes, que nos permitan apretar distintos tornillos en función al tamaño del mismo. En algunos casos se presentan con mango en forma de “T” para ofrecer una mayor ergonomía en el agarre.