¿Qué es un gato de botella hidráulico y para qué sirve?

Un gato hidráulico es una herramienta utilizada para la elevación de cargas de forma manual mediante el accionamiento de una palanca.

La principal utilidad de un gato hidráulico es mantener una carga elevada y permitir de esta manera un acceso cómodo a la parte deseada de la misma. Un claro ejemplo es la elevación de un vehículo para un cambio de neumáticos.

Funcionamiento de un gato de botella

Para entender el funcionamiento de un gato de botella nos parece adecuado señalar el principio científico que se encuentra detrás del mismo, en este caso, nos referimos al principio de Pascal, que nos dice que la presión en un contenedor cerrado es siempre la misma en todos sus puntos.

Los gatos de botella cuentan con un depósito, en el cual se encuentra el fluido (aceite). Al tirar de la manija este aceite se transfiere a un pistón, y al empujar el mango, el pistón trasladará el aceite a un pistón mayor. Cuanto más aceite se transfiera al pistón grande, mayor será la presión del cilindro.

Esta presión resultante de la concentración del aceite, es la fuerza que el gato utiliza para elevar la carga, y sostenerla, hasta que accionamos la válvula de liberación, que reducirá la presión del pistón progresivamente, de manera que haremos descender la carga, cuando hayamos finalizado nuestro trabajo.

Un correcto funcionamiento de nuestro gato hidráulico de botella dependerá también de un correcto mantenimiento del mismo, ya que después de un uso prolongado del tiempo, es bastante común que se produzcan pequeñas fugas de aceite, que a la larga harán que nuestro gato pierda fuerza, y sea incapaz de mantener las cargas elevadas, por lo que es imprescindible un llenado del depósito cuando sea necesario, siguiendo las directrices del fabricante en todo momento.