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Protección auditiva para trabajos ruidosos

La Ley 31/1995 de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, establece las garantías y responsabilidades generales a la hora de establecer un adecuado nivel de protección de la salud de los trabajadores frente a los riesgos derivados de la exposición al ruido en su lugar de trabajo. También nos dice que son las normas reglamentarias las que desarrollan y deben ir concretando los aspectos más técnicos de las medidas preventivas, dada la especificidad del riesgo, estableciendo las medidas mínimas que deben adoptarse para la adecuada protección de los trabajadores frente a los riesgos acústicos. Este reglamento es el Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido, y en él se detallan las medidas preventivas a tomar de forma específica.

El reglamento nos indica que su uso es obligatorio en todos los puestos de trabajo en los que se sobrepasen los 85 dB de nivel continuo equivalente o que presenten picos de ruido superiores a 137 dB, recomendando su utilización en los puestos de trabajo en los que se superen los 80 dB o picos de 135 dB.

Características de los protectores auditivos

Los protectores auditivos son equipos de protección individual, que gracias a sus propiedades para atenuar los ruidos, reducen los efectos negativos de los mismos para así evitar los graves problemas que pueden producir en nuestro canal auditivo. La pérdida de audición (parcial o total) está catalogada como una enfermedad profesional, de ahí que haya que tener mucha preocupación en dar y ofrecer a los trabajadores un buen protector auditivo, previa evaluación de los puestos de trabajos por el servicio de prevención de riesgos contratado.

Tipos de protección auditiva

  • Orejeras: Son unas cazoletas que recubren toda la oreja y qué gracias al sistema de almohadillado interior, logramos una buena protección y atenuación de los ruidos perjudiciales para la salud. Existen orejeras que se unen entre sí mediante una diadema de sujeción (a la cabeza o a la nuca) y orejeras sueltas que mediante un acople específico, permite su colocación en los cascos de protección de la cabeza. También existen orejeras electrónicas, donde el ruido es atenuado electrónicamente.
  • Tapones de espuma desechable: Fabricados con espuma moldeable, una vez los comprimimos con los dedos, se introducen en el canal auditivo y se van adaptando al mismo a medida se van expandiendo, para de esta forma cubrir todo el canal. Los hay con cordones de unión y sin el y siempre, una vez lo saquemos del oído, hay que desecharlos.
  • Tapones reutilizables: Fabricados con materiales termoplásticos, se introducen en el canal auditivo y al sacarlos no se desechan, pues una vez se limpien con mucha higiene, pueden volver a ser usados.
  • Tapones con diadema: Pueden ser de espuma desechable e intercambiable o reutilizables, siempre unidos por una diadema cuya función es el acople y sujeción en el canal auditivo.