La industria no para de avanzar y los procesos que la componen no pueden detenerse, rodillos, manipuladores, bandas de transporte, envasadoras y un sinfín de elementos que hacen que la producción no pare, elementos que pueden verse dañados en cualquier momento de su vida útil por diversos motivos y que simultáneamente pueden provocar averías en la maquinaria industrial, con la tan indeseada parada de la producción. Un correcto mantenimiento industrial, aunque no puede erradicar los fallos en su totalidad, si puede ayudar a disminuir notablemente los motivos de parada. Aunque estos motivos son innumerables, podemos clasificarlos en cuatro grupos principales.
El fallo de sus componentes, un mal uso de la maquinaria, las carencias de mantenimiento y la obsolescencia de los elementos que la componen, son los principales motivos que dan lugar a las indeseadas averías. Veamos con detalle, en qué consisten:
Errores de componentes
El fallo de algún componente en la maquinaria, es uno de los motivos más usuales en una avería. Su origen habitualmente suele ser eléctrico, mecánico u de control. El resultado de estos fallos puede ser desde un simple desajuste en producción que nos obligaría a desechar la fabricación desde un anterior punto de control, la parada total de máquinas hasta la detección de la avería o incluso dar lugar a un accidente. En cualquiera de los casos descritos, el resultado es indeseable.
Mal uso
El mal uso de la maquinaria es uno de los motivos que origina averías. La falta de atención y buen uso por parte de operadores a veces desencadena en averías fácilmente evitables si contamos con operadores correctamente formados y capacitados para el uso y manutención diaria de la máquina. El uso adecuado atendiendo a las especificaciones que marca el fabricante prolongará notablemente la vida útil y efectividad de la maquinaria. Un aumento en el rendimiento de la máquina por encima de lo indicado por el fabricante con el objetivo de aumentar la producción, desencadenará sin duda en averías que no tardarán en aparecer, generando más perdidas por dicha parada, que los posibles beneficios por el aumento de marcha.
Falta de mantenimiento
La falta de mantenimiento o un mantenimiento inapropiado, es uno de los principales motivos que dan origen al mal funcionamiento de la maquinaria industrial. Esta mala praxis, por desgracia muy habitual en los tiempos que corren, va propiciando la aparición de pequeñas deficiencias, caldo de cultivo para averías de mayor importancia. En ocasiones, la imposibilidad de parada para mantenimiento, siempre condicionada por una producción exigente, da lugar al desgaste prematuro de algunos componentes, la degradación de lubricantes que desembocará en lacas y residuos que circularán por el interior de la máquina con el riesgo de bloqueo de orificios y mal funcionamiento de válvulas, además de un sinfín de daños provocados por una incorrecta lubricación de partes móviles.
Obsolescencia
Obsolescencia programada, lo más parecido a una fecha de caducidad y que, por desgracia para todos, afecta directamente y sin excepciones a toda la industria. Cada máquina está compuesta de diferentes elementos y cada uno de ellos tiene una función y ciclo de vida establecido por el fabricante tras los ensayos realizados y previos a fabricación final. Cualquier rodamiento, junta, correa, componente elástico, contacto eléctrico, lubricante, etc … tiene unas horas de funcionamiento determinadas y afectadas directamente por las condiciones de trabajo de la máquina. Un correcto mantenimiento periódico de dichos componentes, la revisión de los puntos de control marcados por el fabricante y la sustitución de los materiales fungibles indicados en el plan de mantenimiento, nos evitará las averías originadas por la degradación de los mismos, prolongando en el tiempo la vida útil de la maquinaria y desvaneciendo la tan temida sombra de la obsolescencia.