Mantenimiento de equipos en la industria de alimentos

Actualmente, la industria alimentaria es la encargada de fabricar o manufacturar todos los productos de consumo alimentario que encontramos en el mercado. Engloba desde el sector hortofrutícola, fabricación de productos lácteos, embutidos, refrescos y cervezas, envasado de agua, productos precocinados y un sinfín de alimentos que llegan diariamente a nuestra mesa.

El mantenimiento preventivo en este tipo de industria nace de la necesidad de implantar un sistema que controle, prevenga y ejecute la intervención de la maquinaria, evitando así posibles daños y garantizando, además del cuidado de los equipos, la reducción de posibles accidentes, disminución de paradas por avería, mayor calidad y rendimiento de la producción, etc ...

Principales problemas de mantenimiento en la industria agroalimentaria

Un continuo y correcto plan de mantenimiento, es necesario para garantizar tanto una zona de trabajo segura, como la obtención de un producto final de consumo saludable, para ello necesitamos tener en cuenta diferentes factores:

• Uso de sustancias peligrosas

 Las sustancias empleadas en la limpieza o desinfección de los equipos, siempre que sea posible, deberán ser de grado alimenticio. Los limpiadores y detergentes empleados para la limpieza de piezas deberán cumplir este requisito siempre que sea posible, en el caso contrario la limpieza y enjuague posterior al mantenimiento deberá ser exhaustiva, garantizando que no quedan restos de las sustancias empleadas.

El uso de grasas y lubricantes también se verá afectado por esta norma, con un carácter aún más restrictivo, no será posible el uso de productos para lubricación que no cumplan el grado alimenticio, previniendo un posible y accidental contacto con el producto final. Este tipo de grasas no presentan problema alguno para el organismo en caso de ingestión accidental.

Otro factor importante a tener en cuenta a la hora de evitar la contaminación del producto final es el uso de herramienta inadecuada o en mal estado. El óxido desprendido de una herramienta oxidada, escamas del cromado de una herramienta de baja calidad e incluso trozos de carácter plástico desprendidos del mango, pueden llegar a la zona de contacto con el producto y ser ingeridas por el consumidor. Para ello es obligado y muy importante el uso y control de la herramienta usada en cada intervención.

• Peligros de incendio y explosión

En la industria alimentaria, al igual que en el resto de industria, se genera gran cantidad de polvo. Su origen puede ser muy diverso y dañino… En alimentación este polvo puede ser incluso explosivo.

El polvo de la harina, el polvo para natillas, café soluble, el azúcar, la leche en polvo, la patata en polvo y la sopa en polvo, son algunos ejemplos de polvos altamente inflamables.

De igual manera, el almacenaje de diversos productos agroalimentarios, como cítricos y cereales, pueden dar lugar a atmosferas con peligro de explosión.

 En todos estos casos es necesario prestar especial atención a las fuentes de ignición, por ejemplo, una chispa eléctrica que pueda producirse al sacar un enchufe, trabajos de soldadura o una superficie caliente que supere los 300 °C pueden causar explosiones.