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Cómo quitar remaches

Herramientas Esenciales

Para quitar remaches de una superficie sobre la que se han aplicado para unir dos materiales, necesitaremos algunas herramientas y/o utensilios que nos facilitarán el poder retirar el remache, intentando no dañar la superficie sobre la que se encuentre.

Estas herramientas van desde un taladro con una broca adecuada (del mismo diámetro que el remache), pasando por un destornillador o cincel, unos alicates de corte, un punzón, o un martillo.

Pasos para Quitar Remaches

Preparación y Seguridad

Lo primero, será asegurarnos de que el área de trabajo se encuentra libre de obstrucciones o elementos que nos impidan trabajar con comodidad y seguridad sobre el área de la que queremos eliminar el remache. Debemos utilizar los elementos de seguridad necesarios, como guantes, gafas, e incluso orejeras si fuese necesario porque vayamos a generar un nivel de ruido elevado.

Taladrado del Remache

La manera más extendida y habitual de quitar remaches de una superficie metálica, es utilizando un taladro, con una broca algo más fina que la cabeza del remache. De esta manera, colocamos la broca ejerciendo una leve presión sobre la cabeza del remache y accionamos la función de taladro, de manera que perforemos unos milímetros, hasta que la cabeza se separa del cuerpo del remache.

Destornillador y Martillo

A continuación, con algún utensilio como un cincel fino o un destornillador, ejercemos presión para sacar el cuerpo del remache de la unión, quedando de esta forma liberadas las piezas que se encontraban unidas por el remache.

Amoladora para Remaches Más Resistentes

Si los remaches que nos disponemos a quitar son demasiado resistentes como para poder hacerlo con el método del taladro anteriormente expuesto, también se puede utilizar una amoladora angular, cortando con dicha herramienta las cabezas de los remaches, y usando posteriormente el destornillador o cincel de igual manera que en el método anterior. El uso de la amoladora es algo más peligroso y el resultado es menos “fino”, por lo que siempre que sea posible será preferible utilizar el taladro.

Técnicas Específicas según el Material

En función del tipo de material en el que se encuentren los remaches, deberemos utilizar un método u otro para poder quitarlos sin dañar la superficie en la que se encuentran.

Madera

Los remaches para madera suelen estar hechos de acero o cobre. Estos remaches suelen ser más fáciles de quitar que otras variedades. Haciendo palanca con un destornillador o cincel, podemos sacarlos fácilmente. Si vemos que se resiste, podemos ayudarnos golpeando suavemente la cabeza del remache con un martillo. Debemos de ser muy cuidadosos para no dañar la madera.

Metal

En el caso de los remaches para metal utilizaremos generalmente los métodos ya mencionados. El más utilizado y efectivo es utilizar un taladro con una broca del diámetro del remache, y taladrar en el centro de la cabeza del remache. Posteriormente, podemos ayudarnos de unos alicates para retirar el remache.

Plástico

Los remaches para plástico generalmente están fabricados de materiales como el nylon o el policarbonato, y dado que son más frágiles que los comentados anteriormente, lo ideal es utilizar una pinza para remaches o una tenaza para extraerlos.

Limpieza y Revisión

Una vez retirado el remache, procederemos a reparar la zona afectada, lijando la superficie si fuera necesario con una lija o alguna otra herramienta abrasiva de repaso, así como restaurando el recubrimiento de la superficie en su caso, y colocando otro remache si fuese necesario para volver a unir las superficies.